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Sub judice I: Series de Ciencia Ficción

Este es el primer post de una nueva sección del blog que tratará sobre series de televisión, aunque sea aquí donde cada vez menos las veamos. En televisión solamente veo las noticias y algún programa de actualidad, y tampoco soy muy aficionada a ver películas, me da algo de pereza ver una pieza tan larga, pese a que paradógicamente pueda ver tres capítulos seguidos de una serie que te enganche. Así que como series sí que veo y de varios géneros he decidido que sería buena idea hacer algunas entradas sobre esto, aunque solo sea para responder así a los que me piden que les recomiende alguna.

En esta primera entrega quiero hablar sobre series de ciencia ficción, entendiendo que para mí la ciencia ficción que soporto no consiste en grandes efectos especiales, sino más bien en intrigas sobre mundos irreales o paranoias mentales. No es el género que más veo, pero las que veo o he visto son tramas que me han enganchado bastante, de lo contrario no suelo pasar de los primeros capítulos.

2015-07-31-1438357466-278946-213c6c58a69e4a0c86da09a4b66cec64_zpsfoxwbu6dLos 100. La serie se desarrolla 90 años después de que la Tierra fuese destruida por una guerra nuclear. Los únicos supervivientes, en teoría, fueron las 12 naves que estaban en ese momento en el espacio. Para sobrevivir se unieron todas en una y formaron El Arca. Pero la superpoblación y la falta de oxigeno y alimentos les obliga a explorar la Tierra antes de lo previsto para ver si es habitable. Envían a 100 chicos condenados por diversos delitos para averiguarlo.

Ya en tierra tendrán que buscar la manera de sobrevivir y organizarse para no morir, ya que supuestamente están solos en el planeta. Los personajes tienen una transformación interesante a lo largo de los capítulos, aunque la que toma un papel protagonista es Clark permite que los demás desarrollen sus propias historias.

La serie me gusta bastante, eso sí evitando hacer comparaciones con Lost, ya que tiene algunas cosas que diría quieren asemejarse. Pero por sí misma está bien y engancha. Mi personaje favorito es Octavia, es una chica valiente, es independiente y no sigue necesariamente las normas del grupo, pero siempre está dispuesta a defender lo que cree justo. Incluso poniéndose de lado de los terrícolas si es necesario.

Actualmente está en emisión la tercera temporada y ha renovado para una cuarta.

orphan-black-53886b41449cfOrphand Black. Serie recomendadísima, engancha desde el primer minuto y sobre todo la primera y segunda temporada no dejan de sorprender, la tercera para mi gusto ha tenido algunos «momentos tostón». Está portagonizada por Tatiana Maslany, que se merece todos y cada uno de los premios que ha obtenido por el papel.

Es complicado explicar de qué va sin hacer algunos spoilers. La serie comienza con Sarah que huyendo de su novio camello se encuentra en una estación de tren con Elizabeth, esta está a punto de lanzarse a las vías cuando cruza la mirada con Sarah que descubre que es idéntica a ella. Movida por la curiosidad coge su cartera y se pone a investigar quién es, acabando suplantando su identidad.

Spoiler. Esto le lleva a descubrir que hay más como ella, junto a sus hermanas acaban investigando de donde vienen y todo el tema de la clonación humana. La investigación sobre sus conductas y otros proyectos ocultos.

Tiene tres temporadas completas y ha renovado para una cuarta.

The Whispers. Dudé si ver esta serie porque

¿Es correcta la actuación del Estado español ante el ébola?

Desde hace días estoy viendo discusiones sobre si la actuación del Gobierno ante el contagio por el virus del Ébola del sacerdote español.

Una de las preguntas es sencilla: ¿debe el Estado español hacerse cargo de la salud y cuidado de un ciudadano español que enferme en el extranjero? Sí. Sí pero de todos los ciudadanos españoles que estén en el extranjero y también de todas las personas que residan en España. Esto es lo que debería hacerse, sin duda. Ahora, el problema viene cuando no se trata de la misma forma a todos los ciudadanos que están fuera. Lo que no es lógico es que una persona que tenga que emigrar. porque en España no tiene oportunidades de desarrollarse profesionalmente, que a los tres meses pierda el derecho a la cartilla sanitaria, o que incluso retiren el derecho a la sanidad pública a personas que lo necesitan y mucho para vivir. Que dejen sin ayudas a personas que (literalmente) no pueden comprar medicinas que necesitan tomar para vivir.

Una de las funciones del Estado es optimizar los recursos y hacer que la sanidad sea asequible a todos por igual, y no usar una crisis sanitaria como elemento propagandístico del Gobierno, por eso no me parece de recibo que se pueda gastar ese dinero en fletar un avión medicalizado para repatriar a una persona. Partiendo de la base de que considero que España debe responder ante la enfermedad de un ciudadano en el extranjero, considero que hay otros medios para proporcionarle los cuidados necesarios en origen. Y ya curado, y previa cuarentena se repatrie. Desconozco los protocolos de transportes de pacientes con enfermedades víricas contagiosas y mortales en un 90%, pero la lógica me dice que cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el virus está fuera de control y que avanza más rápido que nuestra capacidad de reacción, llevar la enfermedad a otros continentes no es lo más prudente. Como no sé qué protocolos hay para evitar que las enfermedades se dispersen por los distintos puntos del planeta no entraré. Pero sí en criticar que los recursos deben utilizarse de la mejor manera y de forma que beneficien al mayor número de personas. En mi opinión ese dinero hubiese sido mejor invertido en el origen, tratar allí al sacerdote así como evitar que el resto de la congregación se contagie.

Este era el tema que discutíamos en varias redes sociales, y siempre leía comentarios similares. Unos atacaban a quienes criticamos la mala gestión de los recursos como radicales que queremos acabar con todos los curas. Ante esto solo decir que leen lo primero que digo, que todos los ciudadanos españoles en el extranjero deberían tener cobertura sanitaria; otros, entre los que se incluiría mi argumento, hablarían de desigualdad en el trato, y no eran pocos los que ponían ejemplos sobre casos cercanos en los que se ha producido una lesión fuera de España y de la Unión Europea y han tenido que ser los afectados quienes han corrido con todos los gastos, si han contratado previamente un seguro privado suerte pero si no más vale que preparasen el bolsillo porque desde aquí no se hace nada. En otro caso, más grave, los hijos de una señora que enfermó de gripe A (enfermedad mucho menos mortal que el ébola) en Argentina solicitaron la repatriación, cosa que no se hizo, y ya repatriaron su cadáver. Y bueno así podríamos seguir hasta la eternidad. Pero para resumir vemos que hay un problema y es que no todos los ciudadanos son iguales. Parece que hay clases.

Sobre la enfermedad en sí no voy a decir nada que no se haya dicho ya, y mucho mejor de lo que yo lo haría. Así que me limito a dejar esta infografía que me parece muy ilustrativa.

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El PP murciano quiere sacar a las embarazadas de los institutos

El pasado miércoles día 30 el PP murciano volvió a dar una clase de doble moral. En esta ocasión se trata de sacar a las jóvenes embarazadas de los institutos para «ahorrarles la vergüenza». Porque claro, como todos sabemos, estar embarazada es algo vergonzoso. Qué manera tan rara tienen de defender la vida. Primero se criminaliza el aborto con un anteproyecto de ley retrógrado (que está en un cajón mientras pasan las elecciones europeas) y ahora con esta medida pretenden arrinconar a las jóvenes en estado de gestación y relegarlas a su hogar. Me sorprende que no las manden con la «Guía de la buena esposa».

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La medida viene camuflada como una oportunidad para el estudio. Se trataría de que puedan seguir su educación a distancia para evitarles el bochorno de tener que asistir a clase como cualquiera de su edad, pero embarazadas. No me opongo a que se aprueben medidas o se realicen campañas para ayudar a madres jóvenes, pero sí a que se haga apartándolas de la sociedad. También fomenta la desigualdad, ¿qué pasa con los padres? ¿no tendrían también derecho a seguir la educación a distancia para estar en casa con su futuro hijo? Como decía no me opongo a que hayan más posibilidades, pero sí al tufo que desprende y sobre todo al lenguaje utilizado para defenderla. Lo ideal sería que exista la posibilidad de educación a distancia (que ya la hay) pero para todo el que quiera acogerse a ella con igualdad de oportunidades. Esto es sólo una medida de presión para sacar de los institutos a las chicas que no encajan con el modelo ideal, para que no hagan feo.

Para ayudar a las madres jóvenes deberían centrarse en solucionar los problemas que tienen para incorporarse al mercado laboral, así como facilidades para poder conciliar vida familiar y laboral.  La ley sólo aparta a las jóvenes de la sociedad lo que dificulta aún más esto. O bien podrían ofrecer una educación sexual que evite situaciones no deseadas.

En definitiva en una ley retrógrada, discriminatoria y que nada aporta. Fue aprobada únicamente con los votos del PP en la Asamblea Regional. El resto de partidos de la oposición se manifestó claramente en contra y mostraron su intención de recurrirla.

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La retrógrada Ley del Aborto de Gallardón, pretensión innecesaria de tutelar a las mujeres

España retrocede, y retrocede mucho. Mientras otros países aprueban leyes más permisivas sobre el aborto en España retrocedemos más de 30 años. Gallardón finalmente aprobará esa ley sobre la reforma del aborto que tantas veces ha agitado para distraernos de otras cosas, y es que la iglesia es mucha iglesia. Así que suprimirá la actual ley del aborto de plazos por una de supuestos. Pero no le vale con retroceder hasta la anterior ley de supuestos, él va más allá y elimina el supuesto de aborto por malformaciones. Con esto nos situamos a la cola de Europa, y no solo de Europa. Gallardón empuja a las mujeres que quieran abortar a la clandestinidad, a la España de la doble moral, a esa que si tienes dinero te pagas un viajecito y arreglado pero que si no…

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La anterior ley del aborto, de 1985, incluía los supuestos de violación; riesgo de salud para la madre; riesgo salud psíquica; y malformación del feto. El PP pretende crear una ley en la que además elimina el supuesto de malformación del feto. Y es que qué catadura moral tiene alguien que pretende someter a las mujeres a tener un niño con malformaciones u otras discapacidades, si ella no lo desea, cuando además quitan las ayudas a la dependencia, cuando dejan a miles de familias en una situación crítica al tener que pagar medicamentos de enfermos crónicos, transportes, se les niegan operaciones… pero a la vez pretende que una mujer traiga al mundo a un bebé que no va a poder atender. Que no va a poder atender o que no está capacitada para hacerlo.

El señor Gallardón pretende tutelar a las mujeres, mientras defienden el argumento de que es defender la libertad para las mujeres, lo que hace es imponer su criterio sobre sus cuerpos. En los últimos años, con esa ley del aborto tan abominable que teníamos, que pregonaba el aborto libre, el número de abortos y embarazos no deseados disminuyó. Por lo tanto el hecho de tener una ley más progresista no quiere decir que vaya a abortar más gente. Si no, que con un mayor conocimiento, una mayor educación sexual y un mayor acceso a anticonceptivos el número de embarazos no deseados y de abortos han disminuido. Así que señor Gallardón deje de tutelar a quien no necesita ser tutelado, al margen que esto de las tutelas es algo más propio de la época en la que se quedó este ministro.

Otra cosa que preguntaría a los que ahora defienden la modificación de la Ley del aborto si ¿ahora hay una demanda ciudadana para esto? Cuando se reformó la ley de 1985 por la actual de plazos, los que ahora quieren cambiarla, alegaban que no había demando social. Yo diría que no, no hay una demanda ciudadana para modificarla y menos en los términos que pretende Gallardón. Es muy sencillo, el hecho de que exista una ley sobre el aborto (sea esta o cualquier otra) no te obliga a abortar, por lo tanto si estás en contra es fácil no abortes, pero deja la posibilidad a aquellos que sí quieran hacerlo.

Esta ley esta tan retrógrada que nos ha puesto en boca de todo el mundo, la prensa internacional ha cargado contra esta ley, y así The Times ha calificado de «abuso de poder» la actuación del PP, parece que en España queda el vestigio de «yo tengo todo el poder, yo hago lo que me dé la gana». The Guardian opina que España va camino de una «democracia autoritaria», yo diría que no va de camino, que ya estamos en ella. El gobierno francés la califica de retroceso. Mientras en Portugal ven un gran negocio para las clínicas abortivas.

Por otra parte habría que preguntar al señor Rajoy, tan preocupado por la marca España si esto favorece a la marca España. Iñaki Gobilondo habla de esto, y dice que mientras en el tema de derechos sociales España estaba a la cabeza ahora la imagen que nos deja ante la comunidad internacional es la de una España rancia con olor a sacristía. Nos sitúa en el furgón de cola de los derechos sociales con esta ley que es un homenaje a la hipocresía.

La banalidad del mal en la sociedad

Termino de ver el programa de Salvados de hoy bastante indignada. Indignada por la clase de políticos que nos gobiernan y triste por la falta de valores de la sociedad.  Hoy el programa iba sobre el accidente en el metro de Valencia que costó la vida a 43 personas, y que  cuesta encontrar a alguien que lo recuerde. Accidente que quedó impune. Pero el de la otra semana iba sobre la industria farmacéutica. Y el anterior de otro tema totalmente diferente. Pero en todos veo un patrón común que es la banalidad del mal y la falta de valores.

Hannah Arend acuño término «banalidad del mal» que no es nada exclusivo del nazismo. Su libro Eichmann en Jerusalen  trata sobre el juicio a este funcionario nazi que no era un tipo que se considerase especialmente malo, simplemente cumplía órdenes y lo hacía eficientemente. Como funcionario era ejemplar ejecutaba órdenes y punto. Es una simple cadena de mando. El número de judíos muertos era otra cosa.

 

Puede parecer exagerado aplicar este mismo término a la sociedad, pero si analizamos es lo que está ocurriendo. Cuando una persona se presta a realizar cualquier acción de moral cuestionable solo porque sí, o porque es su trabajo, o porque le han comprado de alguna manera está insertándose voluntariamente en esta cadena del mal. Volviendo al Salvados de #Olvidados se cuenta cómo fue la comisión de investigación, que para ser el accidente de metro más grave de España duró 4 días, las personas llamadas a declarar tenían un guión que se les «facilitó» para acuñar la versión oficial y evitar contradicciones. Está muy bien que una persona años después hable y diga lo que le dijeron que debía decir, y que rectifique. Pero el problema es que la gente acepta esto. Te pueden dar un guión pero depende de la catadura moral de cada uno decir la verdad o no. En el momento en el que aceptas esto estás siendo cómplice y tan culpable como los verdaderos responsables. Estás siendo cómplice y además estás ayudando a que se cometa otra injusticia.

Respecto al tema político en democracia la palabra corrupción debería ser la excepción. Un político debe ser inmaculado, debe ser ejemplar, debe ser una persona a la que prestamos nuestro voto, nuestra voluntad, para que nos represente. Y para que nos represente durante un tiempo finito y siempre y cuando respete la voluntad del pueblo. En tiempos de vacas flacas es muy fácil criticar, indignarse y pedir cabezas. Pero no olvidemos que las cabezas que ahora pedimos son las que hemos puesto en esos sillones en época de vacas gordas. Que mientras ha habido botín del que beneficiarse parece que no era tan malo que a cambio de un trabajo, de un dinero, o simplemente a cambio de un estatus, la sociedad consintiese y engordase al monstruo. Un político corrupto no debería existir y debería asumir responsabilidades al minuto uno. Se ha consentido que esta especie se convierta en endémica en nuestro país, todo porque cuando teníamos el poder de construir nuestra democracia estábamos a otras cosas y la gente vendió la democracia. Y añadiría que la gente que vendió lo más valioso que tenemos, que es nuestra libertad y capacidad de decidir, lo vendió muy barato. Uno tiene la opción de dejarse comprar o no, si una persona tiene unos valores íntegros no se dejará comprar de la misma manera que no robará no porque lo prohíban las leyes sino porque está mal. Siendo optimistas pensemos que el ser humano es capaz de aprender durante toda su vida, y que por lo tanto no es tarde para que la sociedad se reeduque y tome conciencia de los valores democráticos, y consiga erradicar la plaga de corrupción que está consumiendo España.

Ahora me pregunto ¿es posible reconstruir una democracia que no lo es desde los cimientos que ya tenemos o es necesario derribar todo y empezar de cero?, ¿si el pueblo recupera su soberanía será capaz de mantenerla sin venderla al mejor postor?

Sobre la igualdad en el lenguaje

En el marco de la lucha por la igualdad vigente aparece una moda para algunos, o algo de lo que hablar para entretenerse o no mirar a otro lado para otros. Pero que sin embargo es más que necesario. Una persona piensa en el lenguaje en el que habla. Por este motivo la lucha por un lenguaje no sexista viene de la mano de la lucha por la igualdad.

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Nuestras expresiones a menudo reflejan un poso peyorativo hacia el género femenino. No tenemos que buscar mucho para encontrar en nuestro entorno manifestaciones de este tipo. Ni necesitamos mucho para que algo se convierta en un insulto a la mujer: basta con feminizar cualquier animal y ¡tachán! ya tenemos un amplio catálogo donde escoger el que más nos guste y aplicar a voluntad. Así nos topamos con: “Es una zorra”, “Será perra”, “ser una víbora”, y de aquí al infinito. Por el contra “Lucha como un león” o “Es un lince” no tiene el mismo sentido despectivo.
Cierto es que esto son expresiones o insultos que en un lenguaje digamos educado no deberíamos usar. No obstante, nuestro lenguaje ¿se usa de una manera no sexista? Pues no tanto como se debería.
A este respecto, entran en acción las diferentes guías de uso no sexista del lenguaje. Entre ellas la de la UMU, que estos días ha recibido críticas y elogios (no a partes iguales). Antes de decir nada de las reacciones debo confesar que yo la he leído, espero que no por ello se me queme en la hoguera cual bruja de antaño, por osar abrir semejante documento. Y sorpresa ¡no es el ocaso de nuestro querido español!.
No creo que sea el fin que usemos simplemente el término “pareja” y no “mujeres”. No es correcto encontrar por ejemplo: “Los médicos y sus mujeres” es una expresión sexista a todas luces. Lo correcto es usar un termino que ampare a médicos y médicas, como “personal médico”. Que se prescriba no usar expresiones peyorativas al género femenino es como hablar sin insultos. Como decía uno piensa en el lenguaje en el que habla, y aquello que se dice es lo que adquiere visibilidad. No nombrar a una parte de la sociedad es no hacerla manifiesta. Usar en ocasiones parejas de términos en sus dos vertientes (femenina y masculina) contribuye a hacer una sociedad visiblemente más igualitaria. De este modo no es incorrecto hablar de “todos y todas“ por ejemplo, si no tenemos otros términos que refieran por igual a hombres y mujeres. Cierto es, como afirman los críticos y aquellos que se quedan solo en la anécdota y en la superficie de la guía, que si hacemos esto con todos (todos, todos, todos) los vocablos de nuestro discurso lo alargaríamos